Mi primer post en el blog quiero que sea un homenaje a la preciosa isla donde vivo. Llegué a Mallorca hace 8 años y me enamoré de todo lo que ofrece, cada rincón es algo único y especial. Mallorca, conocida cariñosamente como “la roquita” por los mallorquines, es un lugar que lo tiene todo: desde la majestuosidad de la Sierra de Tramuntana, pasando por sus aguas cristalinas, hasta el encanto histórico de Palma. 

La Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un verdadero tesoro para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Sus picos escarpados, valles profundos y panorámicas impresionantes te invitan a explorar cada parte de sus más de 62.000 hectáreas terrestres, cerca de 1.000 hectáreas marinas y 90 kilómetros de montañas que vertebran todo el noroeste de Mallorca. Se extiende sobre el territorio de 20 municipios, a cual más encantador, hermosos pueblos costeros como Andratx, Banyalbufar, Puerto Pollença o Puerto de Sóller, o interiores con carácter como Sóller, Pollença, Esporles, Fornalutx o Valldemossa. La Tramontana con su pico más alto el Puig Major a la cabeza con sus 1.443 metros de altitud protege a la isla de los vientos fríos del norte y le otorga de un paisaje de alta montaña que contrasta con el llano sur. Siempre miro La Tramontana con detenimiento ya que casi desde cualquier punto de la isla la puedes observar majestuosa esperando pacientemente cada estación para cambiar de color y ofrecer una experiencia para todos los sentidos a quien se adentra en ella. 

Mallorca es famosa por sus playas y calas bañadas por aguas cristalinas. Ya sea que prefieras la extensa Playa de Muro con su arena fina y suave, Es Trenc o una cala más escondida como Cala Varques, siempre encontrarás el lugar perfecto para relajarte y disfrutar del sol mediterráneo. La variedad de deportes acuáticos disponibles, desde el snorkel hasta el paddle surf, te garantiza diversión y aventura en el mar. Además, los atardeceres son simplemente mágicos, convirtiéndose en el escenario perfecto para momentos inolvidables.

Palma, la capital de Mallorca, es una ciudad que combina a la perfección modernidad y tradición. Su imponente catedral, La Seu, es una obra maestra del gótico que domina el horizonte de la ciudad. Pasear por el casco antiguo de Palma es como viajar en el tiempo, con sus calles empedradas, palacios renacentistas y patios escondidos. Además, la ciudad ofrece una vibrante vida cultural y nocturna, con numerosos bares en Santa Catalina, restaurantes y eventos que reflejan la riqueza cultural de la isla.

Desde el primer día que puse un pie en Mallorca, he sentido una conexión especial con esta isla y su gente.  Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que me han recibido con los brazos abiertos, han compartido sus historias y me han permitido ser parte de esta preciosa isla.